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Cachorros y Suculentas

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CACHORROS Y SUCULENTAS La semana pasada había transcurrido lenta, lenta, lenta. Como cuando te quedas viendo como cae la miel en una botella, sumamente lenta. Cada día se calcaba del anterior y no ofrecía ningún estimulante . El tránsito era lento, los clientes hacían largas filas y yo los atendía con parsimonia. Llegando el viernes todos querían recuperar el tiempo, y estuvieron de acuerdo en que la mejor manera de hacerlo era realizar exactamente lo mismo pero enojados. Si mi nivel de estrés se midiera como un termómetro, podría jurar que salí de la oficina ese día con el mercurio en los números rojos. En la entrada del bar de siempre encontré una pequeña fila de personas. Algo sumamente extraño, y al no poder ingresar inmediatamente, como es natural, enfurecí.  Después de quedar como tonto, alegando a las personas por existir en el mismo plano que yo, me calmé. La atmósfera del bar invitaba a relajarse, las luces tenues, la música de alguna balada de rock que no cono

Hacer la fila

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HACER LA FILA   Entré a una agencia de banco, a las dos de la tarde, un día de tantos en el año, y tal como lo venía anticipando había cola. Diez personas formadas delante de mi para ser atendidos por 3 cajeros somnolientos y distraídos. De las 15 ventanillas sólo 3 habilitadas. Revisé mis papeles, no quería hacer cola por gusto, y me coloqué detrás de la persona al final de la fila. Era una señora con el pelo recogido y cara de dolor abdominal. En este momento cada quien reacciona de diferente manera. Algunas personas como la señora frente a mi, se limitan a poner una expresión penitente y guardar silencio. Otros al estar impedidos de usar su teléfono no pueden resistir la urgencia de comunicarle a alguien su estado de ánimo e intentan platicar con cualquier persona cercana. Si tu eres como yo, habrías visto tu reloj y estarías contando los minutos que se tarda la primera persona en retirarse de la ventanilla, luego la segunda y así a modo de calcular aproximadamente cuanto ti

Historia de amor

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Si yo escribiera la mas tierna historia de amor, nadie querría leerla. La historia en donde el joven se enamora de la chica, y ella le corresponde. Inician un romance, se comprometen y se casan. Nunca pelean. Se tienen paciencia y tolerancia. Se entienden, se apoyan... se aman. Sería una vida demasiado aburrida para leer acerca de ella. Pero no para vivirla. Las novelas de amor no hablan realmente de amor, hablan de desamor. De agonía, y ansias. De deseos frustrados y amargas despedidas. Hasta la más famosa historia de amor se trata de dos jóvenes que nunca llegaron a vivir su romance, y que prefirieron el suicidio a esperar la madurez y enfrentar el rechazo de su familia (o al menos así la entendí yo). Un amor que no tenga tristes separaciones. Donde la más profunda de las nostalgias se vive cada mañana al recordar la noche que recién acabas de pasar en sus brazos. Suena bonito, pero a nadie le interesa. Lo irónico de todo esto es que precisamente el amor más aburrido es el más

Llegar a la cima

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Después de una semana extremadamente larga en el trabajo, mi recompensa fue un día libre y aunque el mejor día para quedarse en casa es el lunes no estaba seguro de poder soportar una semana completa, así que pedí hoy viernes para quedarme en casa relajarme y beber cerveza. No tardé mucho en darme cuenta de que estoy demasiado cómodo, mi mente al final no aceptó que no tengo nada urgente que atender, y empecé a buscar un proyecto nuevo, o algo a medias que hubiera dejado para ponerme a trabajar en ello. Ponerme al día con mis libros, estudiar un poco, buscar los videos de carpintería que siempre dije que iba a realizar, y sin darme cuenta pasaron un par de horas y no había hecho nada más que ver videos cómicos en YouTube y revolver la librera. ¿Cómo es que antes no tenía tiempo de hacer de nada, y ahora que me di un poco de tiempo no encuentro nada que hacer?, ¿Qué era todo eso que quería hacer? Primero lo primero, voy al refrigerador y saco otra cerveza, para refrescar

Idea vaga

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Las 6 de la tarde es un momento del día en que las emociones convergen, los carros se empiezan a amontonar en las esquinas y en los semáforos, los conductores algunos parecen felices otros enojados pero todos tienen prisa y ninguno puede pasar. Yo enciendo un cigarrillo y me cambio al carril izquierdo para poder llevar la ventanilla abajo, dicen que por aquí asaltan en los semáforos. De repente pienso que de verdad no hay salida. No hay forma de hacer que todos estén de acuerdo, por cada uno que pida un cambio hay muchos que les conviene que todo siga igual. O lo que tal vez es peor, no porque haya muchos que quieran un cambio el responsable va a hacer algo al respecto. De cualquier forma no es la resistencia al cambio lo que detiene los diálogos de negociación, es que todos quieren salir ganando, todos quiere tenerlo todo, y no se puede negociar sin ceder al menos un poco. La gente en las calles del interior de la república protesta por la empresa minera contamina los río

Extraordinario

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Escuche este te consejo, como cosa rara en una película " No tienes que hacer nada extraordinario para ser feliz". Me soprendió de nuevo lo simple que fue, pero el profundo cambio que puede tener en la vida si lo aplicas. Pasaban de las 11 de la noche y se terminaba la tercer jarra de cerveza, y uno de mis amigos dijo: "Ahora si en serio, pongamos un negocio" la interminable e imperdible conversación de cada reunión, desde que conocí a este grupo de amigos, les preocupa mucho ¿que vamos a hacer cuando estemos viejos?, cómo vamos a llevar el pan a la casa cuando nuestras habilidades sean obsoletas, nuestra fortaleza física no pueda competir en el mercado y no tengamos muchas opciones de trabajo, nadie quiere terminar detrás de un mostrador a sus 60 años vendiendo miscelánea, todos tenemos el ideal de que para la época de mi retiro estaré viviendo de las ganancias de mi empresa, y podre consentir a mis nietos y viajar por el mundo sin preocuparme del dinero.

Un minuto para detenerse a oler las rosas

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"Toma un minuto para detenerte a oler las rosas". Se supone que la expresión se refiere a tomarse el tiempo para disfrutar de las cosas bellas, los pequeños milagros de la vida y la naturaleza, que crean memorias, que atan los aromas a los sentimientos, los colores con las emociones y van transformando nuestra rutina para que no caiga en la monotonía y para mantenernos cuerdos. Porque la tendencia se me he dado cuenta, es que el ser humano encuentra primero lo malo, el peligro, lo negativo. Hasta podría especular que de alguna forma tiene que ver la evolución, que estar predispuesto a lo malo ayuda a mantenerte alerta y fuera del peligro.  Pero por la razón que fuera, la tendencia parece ser que las cosas buenas están escondidas, ocultas, detrás de primeras intenciones y de las apariencias. Desde el momento que abro los ojos y busco en la oscuridad el celular para apagar la alarma, veo la hora y pienso que quiero dormir otro poco y no puedo, cae sobre mi la pesadez d