Idea vaga


Las 6 de la tarde es un momento del día en que las emociones convergen, los carros se empiezan a amontonar en las esquinas y en los semáforos, los conductores algunos parecen felices otros enojados pero todos tienen prisa y ninguno puede pasar. Yo enciendo un cigarrillo y me cambio al carril izquierdo para poder llevar la ventanilla abajo, dicen que por aquí asaltan en los semáforos.

De repente pienso que de verdad no hay salida. No hay forma de hacer que todos estén de acuerdo, por cada uno que pida un cambio hay muchos que les conviene que todo siga igual. O lo que tal vez es peor, no porque haya muchos que quieran un cambio el responsable va a hacer algo al respecto. De cualquier forma no es la resistencia al cambio lo que detiene los diálogos de negociación, es que todos quieren salir ganando, todos quiere tenerlo todo, y no se puede negociar sin ceder al menos un poco.

La gente en las calles del interior de la república protesta por la empresa minera contamina los ríos, y en la cuidad un grupo lo hace igual por la falta de empleo y de inversión extranjera. Pero me estoy metiendo en temas que no conozco, que tengo sólo una vaga idea de lo que significa. Pienso mejor en algo más simple, algo cercano, algo que veo en este momento, todos quejándonos del exceso de tráfico, y nadie esta dispuesto a viajar en bus, o por lo menos a compartir el viaje en auto.

Los que van a pie se quejan de los que van en auto, los que van en auto de los que van a pie, y todos se quejan de los que van en moto. Los taxistas se quejan de los Uber y éstos se quejan la seguridad, los de seguridad se quejan de malos salarios y los gobiernos se quejan de falta de recursos, y todos se quejan de los impuestos.

Se termina mi cigarrillo y vuelvo a subir la ventanilla, todavía voy a medio camino y hay mucho ruido afuera, los buses y camiones pasan a la par mía y me interrumpen el pensamiento con su estruendo.  Mientras pienso en todo lo que gasto en tener privacidad y comodidad, veo a un señor en bicicleta pasar por la banqueta, y me digo "éste si lo tiene todo resuelto". Ese señor de la bicicleta no se queja de su jefe, no tiene jefe, trabaja arreglando zapatos o tuberías o carros o algo, no tiene que pagar impuestos, pertenece a la gloriosa economía informal de este país, no se queja del tránsito, va en su bicicleta despreocupado. Aunque pensándolo bien, estoy seguro que hasta él está en descuerdo con algo, o con alguien, por no darle propina, o por subir el precio del café, que se yo.

Decía uno cantante por ahí: "todas las luchas son la misma lucha". La única forma en que todos estemos de acuerdo es que todos actuemos con justicia, que paguemos el precio justo y cobremos el salario justo, que hagamos nuestra fila en orden y que demos prioridad a las necesidades de los demás antes que las nuestras, que dejemos cada lugar en mejor estado que como lo encontramos al llegar, y que recojamos la basura aunque no sea yo quien la botó. La única forma en que todos estemos de acuerdo es que busquemos la paz para nosotros mismos y dejemos a cada quien estar en su paz donde la encuentre, todas las luchas son la misma lucha, todos queremos justicia, todos queremos vivir en paz.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Historia de amor

Cachorros y Suculentas

Extraordinario